miércoles, 13 de febrero de 2013

Rodolfo Fogwill – Los Pichiciegos

Publicada por primera vez en 1983, esta novela se encuentra ambientada en la guerra de las Malvinas (2 de abril de 1982 – 14 de junio de 1982). La narración principal trascurre a finales de mayo y principios de junio de 1982 y finaliza cuando los británicos ya han desembarcado en las islas y los soldados argentinos son hechos prisioneros y trasladados a Argentina.

Cuenta la historia de un grupo de soldados argentinos, conscriptos del 82, enviados por la dictadura militar a las Islas Malvinas, que desertan y se ocultan en un refugio subterráneo que habían construido los primeros en abandonar. Para el ejército oficialmente no existen, han sido dados muertos por la tropa. Su único objetivo es sobrevivir, confiando que la guerra acabe y puedan volver a casa.

El nombre de pichiciegos se lo dan a sí mismos por semejanza con un animal que vive ocultándose en cuevas que él mismo hace.

Pasan la mayor parte del tiempo en el refugio o Pichicera, y la vida que llevan se limita a tareas para mantenerse vivos, luchando contra el frío, las enfermedades, soportando el miedo de las bombas que hacen trepidar el refugio, evitando ser descubiertos, y tratando de conseguir comida, raciones, cigarrillos, combustible, pilas para linterna, polvo químico para eliminar el olor y secar sus excrementos,...

Para poder subsistir han creado una comunidad con sus propias normas, en las que hay Reyes Magos o jefes, un almacenero, que controla los víveres, y patrullas que salen a buscar o cambiar mercaderías. También hay pichis que no hacen nada, se pasan el día dormidos, pero estos no duran mucho, porque los tiran afuera, entregándolos a los británicos.

Las patrullas salen por la noche, de noche hay menos viento, y además no te ven, a conseguir recursos de ocasión, despojos de vehículos abandonados, de soldados muertos congelados o de restos de naufragios que llegan a las playas. También hacen intercambios o reciben ayuda de otros soldados argentinos, y de los británicos, de los que obtienen víveres, pilas de linterna, coque o querosén, a cambio de información o ayuda en las tareas de guerra (les pasan planos de las zonas minadas, marcan con radios objetivos de los cohetes, y llegan a aceptar la presencia de una pareja de operadores de radio en la Pichicera).

Los Reyes Magos, los cuatro más veteranos, establecen lo que debe hacer cada uno y aceptan o rechazan la incorporación de nuevos miembros.

A medida que avanza la narración se van descubriendo las situaciones que viven dentro y fuera del refugio, como el miedo a las bombas, el miedo al propio miedo, las conversaciones extenuantes, la dificultad de cagar o tener sexo, el sexo con las ovejas, el encuentro con soldados congelados, las ovejas que revientan al pisar una mina, la sospecha de que afuera sepan de su existencia o de que haya más pichis en otros sitios, y otras más delirantes como la presencia de unas monjas francesas aparecidas en zona de guerra, repartiendo papeles en medio de las ovejas que les caminaban alrededor, o el paso de unos aviones que vuelan en formación en V, 1, 2, 4, 8, 16, 32 aviones por fila, atraídos por el arco iris y que al alcanzarlo se desparraman en el azul.

Fogwill escribió la novela en medio del ambiente bélico creado por la guerra, entre el 11 y el 17 de junio de 1982, es decir, que la terminó tres días después del final de la guerra.

Varias copias de la redacción original estuvieron circulando entre críticos y editores de Brasil en los meses siguientes, y fue publicada por primera vez en Argentina en 1983.

La novela está escrita con un lenguaje llano, como el que hablan los pichis, que son casi de todas las provincias (porteño, formoseño, bahiense, sanjuanino, santiagueño, tucumano, cordobés, puntano,...), intercalando la narración de Quiquito, uno de los pichis, que habla en primera persona o responde a preguntas de un entrevistador, con diálogos entre ellos.

No existe un único protagonista, aunque una parte importante es la narración de uno de ellos, sino que los son los pichiciegos en su conjunto. La espontaneidad de las conversaciones, la proximidad de los protagonistas y la aparente cotidianeidad de sus ocupaciones, hace que todo lo que ocurre, por ficticio que pueda ser, resulte muy creíble.

No existe ninguna narración de los hechos bélicos, ni valoraciones directas sobre cuestiones bélicas, antibélicas, heroicas, pacifistas o partidistas respecto de la guerra.

Una historia atrapante.


Fuente:
http://es.wikipedia.org/wiki/Los_Pichiciegos



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