Siempre tuve curiosidad por el libro La Rebelión de Atlas. Lo veía en las librerías, con su imponente tamaño, y leía las contratapas de distintas ediciones y todas coincidían en que se trata de un libro MONUMENTAL; CANTO A LA LIBERTAD; ESPERANZA DE LA HUMANIDAD; etc., etc., etc…. pero ninguno me contaba el argumento. Por eso me decidí a leerlo y me llevé una agradable sorpresa.
La historia es bastante sencilla, más allá de la polémica que pueda ocasionar. Es el bien contra el mal. El bien, encarnado por el capitalismo (para la autora la libertad y la justicia) y el mal por el socialismo (estatizante y corrupto)
Cabe recordar que Ayn Rand fue una novelista y filósofa nacida y educada en Rusia, que a los 21 años (en 1926) emigró a Estados Unidos. Desarrolló un sistema filosófico llamado Objetivismo, donde sostiene que existe una realidad independiente de la mente del hombre, que los individuos están en contacto con esta realidad a través de la percepción de los sentidos, que adquieren conocimiento procesando los datos perceptivos utilizando la razón (o la «identificación no-contradictoria»). El objetivismo sostiene que a la realidad (naturaleza de las cosas) solo se la domina obedeciéndola, que el propósito moral de la vida es la búsqueda de la propia felicidad o «interés propio racional», y que el único sistema social acorde con esta moralidad es el del capitalismo puro (llamado también capitalismo laissez-faire). (es.wikipedia.org)
Publicó La rebelión de Atlas (título original Atlas Shrugged, literalmente "Atlas se encogió de hombros") en 1957, donde expone de forma excepcional la filosofía del Objetivismo, y que en palabras de la propia autora trata “no sobre el asesinato del cuerpo de un hombre, sino sobre el asesinato – y el renacimiento – del espíritu humano”. Es una historia profundamente filosófica y alegórica.
La historia comienza con una pregunta, ¿quién es John Galt? Galt dice que parará el motor del mundo, pero es un hombre que se mantiene en el anonimato, llevando a cabo una especie de guerra contra el gobierno del país, presumiblemente Estados Unidos. Galt se entrevista con grandes industriales y capitalistas y les convence de abandonar sus negocios, que sin sus dueños en poco tiempo quiebran.
Dagny Taggart (nuestra heroína), vicepresidenta de operaciones del ferrocarril "Taggart Transcontinental”, detesta a John Galt, pero por otra parte siente admiración por él. Ella, real sostén de Taggart Transcontinental, debe luchar contra su hermano, que se alía con el gobierno y contra el anónimo John Galt que está destruyendo la industria del país y dando lugar al socialismo populista para que se apodere de todo.
Por otra parte consigue un aliado en Hank Rearden, Presidente de "Rearden Steel", productor del nuevo "Metal Rearden”, de quien se convertirá en amante y con quien luchará hasta las últimas consecuencias para mantener sus negocios.
También está Francisco d’Anconia, un dandy millonario argentino, dueño de las minas de cobre más importantes del mundo y amante ocasional de Dagny Taggart, que se encuentra en plan de dilapidación de su fortuna en fiestas y mujeres.
Por otra parte están los políticos de Washington, que desean fervientemente quitar de en medio a todos los capitalistas e instaurar un gobierno del pueblo.
La lucha política es encarnizada y el final de la historia es sorprendente. No la voy a contar para que lean el libro que a mí me pareció maravilloso.
Es cierto que inspira libertad y justicia. Está muy bien escrita y toca profundo en los sentimientos. Muestra los extremos del socialismo y del capitalismo laissez-faire, pero en lo personal no me trago el discurso. Hace 50 años, junto con el avance fenomenal de Estados Unidos habrá sido un canto a la libertad, como lo expresan muchos comentaristas, pero es muy fácil reclamar libertad económica total cuando todos tenemos mucho dinero. Por otra parte, para mí la libertad capitalista funciona si todos partimos con la misma condición de educación, salud, seguridad, bienestar, etc. Pero si algunos reciben, por ejemplo, una educación excelente y otro una educación pésima, es obvio el resultado de quién va a mandar y quien va a obedecer. Y eso no tiene nada de justo con los menos favorecidos.
En fin, un libro excelente para hacernos pensar y cuestionar nuestras creencias sobre la libertad y la justicia.
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